La naturaleza nos dio dos ojos, dos orejas y una boca para que pudiéramos observar y escuchar el doble de lo que hablamos.
Zenón de Citión

Una de las cosas que más deseamos es ser escuchados, ser tomados en cuenta, estar en frente de alguien que nos preste toda su atención.
Esto nos hace sentir bien y sentimos empatía con aquellas personas que nos dan de su tiempo y nos brindan todo su interés.
El saber escuchar es una parte muy importante de la comunicación, ya que es realmente un arte.
Al escuchar no solamente están llegando ondas de sonido a los oídos sino también diferentes matices, diferentes tonalidades que nos permiten sensibilizarnos y enterarnos de cómo es que en verdad nuestro interlocutor se siente. Nos posibilita conocer más acerca del otro, de sus necesidades, de sus intereses, de lo que le asusta y de lo que quisiera.
Y si vamos aún más profundo, nos posibilita escucharnos a nosotros mismos; nuestros intereses, lo que en realidad queremos, nuestros miedos, escuchar a nuestro cuerpo y lo que este necesita, lo que le duele y el tipo de alimento desea para su nutrición, escuchar nuestras emociones y lo que sentimos, incluso escuchar lo que pensamos.
El arte de escuchar nos posibilita conocernos más a si mismos y a lo que nos rodea.

Y ahora ¡escucha y escúchate!

Date la posibilidad de escuchar más profundo, más alto, más fuerte, busca y encuentra aquello que por medio de tu escucha te nutre, pon esa música que te trae relajación, escucha esa conferencia que te trae conocimiento y reflexión, esa canción que te pone a bailar.
También escucha todo dentro de ti; tus intestinos, tu voz, tu corazón.

Escrito por: Jeannette Romero

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