Este ejercicio tan sencillo, te permitirá elevar cada vez más tus niveles de atención y de concentración usando como herramienta tu respiración.
Hazlo por tres minutos seguidos, de esta manera además oxigenarás tu cerebro y te llenarás de energía y vitalidad.
Es muy importante realizar este ejercicio tan sencillo conscientemente, ya que haces que tu mente se concentre en el acto de respirar y nada más. Al comienzo vendrán muchos pensamientos a tu mente, pero los dejas pasar, como si fueran palomas que van volando por el cielo y ciertamente no te subes a una y te vas volando con ella, solo dejas pasar esos pensamientos llevando tu mente una y otra vez hacia tu respiración.
Con este sencillo entrenamiento de tu mente, cada vez estarás más concentrado y atento, con el tiempo más rápido conseguirás enseñar a tu mente a ser como un láser ante cualquier situación que se presente, sentirás menos dispersión, desorden y darás respuesta a lo que se te presente de manera más centrada, concisa y efectiva.
Buscando un espacio tranquilo:
- Sentado en una silla o en un cojín con la espalda y cabeza totalmente recta respira lento y profundo.
- Con cada inhalación sintiendo como el aire entra por tu nariz, pasando por tu garganta, hasta llegar a tu abdomen expandiéndolo, puedes poner una mano en tu abdomen para verificar este movimiento.
- Con cada exhalación sintiendo como el aire sale desde tu abdomen y fluye hasta llegar a tu boca y salir.
Luego si lo deseas puedes ir subiendo la cantidad de veces y de tiempo hasta cuando te sientas cómodo.
Puedes hacer este ejercicio al levantarte y antes de dormir o en cualquier otro momento.
Escrito por: Jeannette Romero