Este es un ejercicio muy sencillo, pero como muchas de las cosas en la vida, lo más simple suele ser lo más poderoso.

  1. Te invito a que todas las mañanas y en las noches antes de irte a dormir, practiques el mirarte en el espejo y mientras te sonrías.
  2. Luego mirándote te digas a ti mismo TE AMO, las veces que sea necesario para ti en voz alta.
  3. Hazlo por lo menos por veintiún días consecutivos, periodo de tiempo propicio para crear nuevas redes neuronales, de una nueva conciencia de ti mismo, de tu sentir en relación a la imagen de ti mismo en frente.

Puede que te sientas un poco extraño al comienzo, más aún si es la primera vez que lo haces tan conscientemente, sin embargo, mantente sostenidamente en este mirarte desde el amor, con unos ojos nuevos contigo mismo.
Los resultados de esa nueva mirada se dejarán ver pronto y lo vas a experimentar alegremente.
Si te resulta un poco difícil decirte frente al espejo TE AMO, entonces has una variación a lo que te dices, algo como “Ahora me permito empezar a amarme”.
Hazlo con esta variación por el tiempo que sea necesario y luego, has pruebas con el TE AMO.
Tú tienes la medida exacta de lo que necesitas, hasta que despiertes en ti esa fuerza, ese poder y ese amor por ti mismo, que solo tú sabes, conoces y entiendes a tu medida.

Escrito por: Jeannette Romero

Comentarios via Facebook

comentarios